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Mis planes y los planes de Dios

  • Ana Cabral
  • 8 ene 2016
  • 3 Min. de lectura

Me es muy dificil no planificar mi vida, de hecho es algo muy natual en mí. Creo que planificar es una actividad que en sí misma no tiene nada de malo, al contrario presentan muchos beneficios. Los planes ayudan a mantener un cierto orden y hasta incluso un equilibrio entre todas las actividades que debemos hacer; nos ayudan a prever situaciones adversas que se nos pueden presentar en el camino. Además, planificar nos ahorra tiempo y muchas veces dinero. Seguramente ustedes encontrarán muchas más ventajas que las que he nombrado anteriormente.


Sin embargo, hay veces que el planificar se vuelve un especie de prueba por la que muchas debemos pasar. Pero,¿Cuándo ocurre esto? Es simple, cuando en vez de ser un instrumento útil, nuestro planes se convierten en una especie de obsesión. Planificamos algo y enfocamos todas nuestras fuerzas y esmero en que nuestro "plan perfecto" salga como lo imaginamos. Es entonces cuando perdemos toda noción, no oimos consejos y solo queremos hacerlo "a mi manera". Es allí mismo cuando debemos parar, volver a enfocar nuestra vista en Cristo y depender solo de ÉL, y más aún confiar en que aunque las cosas no salgan como lo planeado DIOS ESTÁ AL CONTROL.

Recientemente he estado meditando en la diferencia abismal que muchas veces existe entre mis planes pequeños y LOS GRANDIOSOS PLANES DE DIOS. Y ¡qué bueno que existe esa diferencia!


Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Isaías 55:8-9

Creo oportuno el compartir con ustedes parte de lo que fue una historia en la que pude evidenciar que los PLANES GRANDIOSOS de Dios son perfectos comparado a nuestros minúsculos proyectos. Gracias al Señor pude venir a la Ciudad de Corrientes (Argentina) un 5 de febrero del 2011 para empezar es estudiar el Profesorado de Inglés. Como se imaginarán, traje toda la ilusión y la energía para ello. Sin embargo, ese año iba a vivir una gran desilusión al desaprobar el examen de ingreso al Profesorado. Al no ingresar tuve que tomar la decisión de volver a mi ciudad natal o bien quedarme en Corrientes para prepararme todo ese año.


Mi decisión fue volver a Mercedes (ciudad donde nací), pero el Señor uso a mi papá (incrédulo hasta el día de hoy) para que me animara a quedarme. Fue ese año en el curso de preparación que conocí a Vicky. Vivíamos cerca una de la otra (otro detalle providencial!) y eso posibilitaba que pasemos mucho tiempo juntas. Al poco tiempo de conocernos, pude compartir el Evangelio con ella, pasabamos mucho tiempo leyendo.


Luego, ella se mudo de ciudad, pero aún así seguimos en contacto via skype. Y cada vez que volvía a visitarme nos juntabamos a leer la Palabra. Luego de unos años la gracia eficaz de nuestro Señor la alcanzó y hoy ella es su hija.


Todo fue guardado por el Señor ya que ese “fracaso” me llevó a conocer a mi querida amiga y hoy hermana en Cristo, Vicky. ¡Qué bueno fue haber “fracasado” para que otro alcance salvación! Mis planes fueron cambiados por PLANES PERFECTOS Y ETERNOS.


Es bueno recordarnos todos los días que Dios nos ha redimido, ÉL mismo nos ha comprado por precio y desde el momento que nos abrió el entendimiento, fuimos libres del pecado y vinimos a ser SUS SIERVOS. Por lo tanto, ya no nos pertenecemos a nosotros mismos. Y todo lo que concierne a nuestra vida esta segura y fielmente controlada por Aquel que sostiene el universo entero (Isaías 40:12) y que consciente aun la muerte de los pajarillos (Mateo 10.29).


No se cómo serás tu, quizás no planificas tanto como lo hago yo, y quizás sí lo haces, lo importante es que cada vez que te sientes a planear de qué forma hacer algo, lo hagas sabiendo que Dios puede tener algo diferente para ti. Y es bueno orar para descansar completamente en que nuestro Padre Amoroso nos dará solamento lo bueno, lo que ÉL considera que es bueno y necesario para nuestro crecimeinto espiritual. Él no está mirando lo inmediato y efímero como nosotros tristemente tendemos a hacer, sino aquello que permanece para siempre.

Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

Salmo 37:5

Asi que, planifiquemos, organicemos, planteemonos agendas, pero confiemos en que DIOS ESTÁ AL CONTROL incluso de los detalles más pequeños y que nuestros fracasos pueden (aunque no necesariamente) resultar en acontecimientos inimaginables que solo Dios nos regala-

 
 
 

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